sábado, noviembre 25, 2006

Cae el sol en Leiden

Hoy, mientras leia un articulo, este atardecer sucedio ante mi ventana.

domingo, noviembre 05, 2006

Nederland - Derde Hoofdstuk

Bueno, para el tercer capítulo de este diario holandés pensaba escribir algunas parrafadas concernientes al uso de la bicicleta en Holanda. Pero por casualidad me acabo de encontrar este video en Google acerca del grado de inclusión que este medio de transporte ha tenido en Holanda y en otro par de lugares (Copenhague y Bogotá). Si, ya s'e, está muy peñalosista este post (sé de algunos que se alegrarán de ver a su héroe), pero me pareció una buena descripción del tema que me proponía tratar.

Sólo me queda por agregar que yo, como buen residente de los Países Bajos, tengo una bicicleta que compré hace ocho meses de segunda mano. Ella es una de mis mejores amigas, no la desamparo ni un minuto y ella en retribución no se ha pinchado ni una sola vez. Algo que falta decir en este videito es que aquí se roban las bicicletas muy a menudo. A mi por fortuna no me ha tocado eso aún, y espero que no me pase, porque ya me encariñé con mi ciclita.

¡Ah! se me olvidaba, ¿alguien puede decirme si el que aparece en la nieve es Lucas? Yo estoy casi seguro. De hecho, creo que un instante después sale su novia, con la que vive o vivía allá en París. ¿Estoy en lo cierto? En cualquier caso, un saludo para el señor Lucas. Otra cosa, para los que han venido a Holanda. ¿Qué tal la propaganda institucional que Peñalosa le hace al Albert Heijn? Enjoy!

jueves, noviembre 02, 2006

Nederland - Tweede Hoofdstuk

El holandés o Nederlands, la lengua oficial de los Países Bajos, es hablada por unas 22 millones de personas en todo el mundo distribuídas en Holanda, el norte de Bélgica, las colonias holandesas en el Caribe y Surinam, e incluso en una pequeña región del norte de Francia. Algunas lenguas derivadas del holandés, como el Afrikaans surafricano, son habladas en regiones aún más remotas. El holandés belga es mejor conocido como flamenco, y tiene algunas diferencias fundamentales que hace muy sencillo identificar a los flamencos que viven en Holanda. Es fácil toparse de vez en cuando con amigables disputas entre holandeses y flamencos acerca de quién posee la lengua pura. Algunos políglotas dicen que el holandés suena como a una mezcla entre el inglés y el alemán. Esto tiene una explicación filológica: los tres idiomas se originaron de una lengua primigenia común; la Lengua Germánica Occidental. En el siglo V d.C, ésta se bifurcó fonéticamente, a través de la Segunda Mutación Consonántica, que daría origen a la lengua alemana y de la Ley de Aspiración Nasal Anglo-Frisia, que daría orígen al Inglés. El holandés no sufrió ninguno de estos cambios, y por eso su relación con el alemán y el inglés tiende a interpretarse al revés.

Saber o no éstos detalles históricos no hace ninguna diferencia cuando, tras bajarte del avión en el aeropuerto de Schiphol, muerto de los nervios por la nueva experiencia y todavía un poco mareado por el largo viaje, la primera persona que te habla te dice algo como: ¨Goede avond. Mag ik uw documenten zien, alstublieft?¨. A pesar de lo obvia que pueda parecer la pregunta, es entonces cuando te preguntas en qué momento se te ocurrió venir a un país donde se habla ese idioma del demonio que suena como a una perenne intención de escupirte algo en la cara. Toma tiempo acostumbrarse a la fonética holandesa, pero no toma mucho percatarse de que no vas a necesitarla. En Holanda, o al menos en la Holanda con la que un estudiante tiene que lidiar, todo el mundo, casi sin excepcion, habla en inglés. Incluso cuando vas al mercado, donde interactuás con campesinos holandeses rasos (ya habrá tiempo para hablar acerca de los holandeses del campo, que no encajan de ninguna forma dentro de la concepción que se tiene en el mundo sobre Holanda como un país de gentes liberales), incluso allí puedes hacerte entender en inglés. Es por eso que, a menos que hagas un gran esfuerzo o pagues cursos, es difícil aprender la lengua. A mi me tomó todo un semestre empezar a identificar los sonidos, y ahora ya puedo balbucear algunas frases sencillas, pero me ha costado, y bastante.

Es natural que los holandeses aprendan inglés desde muy pequeños: hablando un idioma que sólo conocen ellos, mejor aprender uno que se entienda en el mundo entero, si es que tienen intenciones de interactuar con el planeta. A ellos les gusta saber que estás aprendiendo holandés, pero no les molesta para nada hablarte en inglés, y ese es un punto que cuenta a favor de su tolerancia cultural. Hay excepciones, por supuesto. Recientemente, un parlamentario conservador propuso una ley para que en lugares públicos como restaurantes, teatros y demás sólo se pudiera hablar en holandés. Por fortuna, el proyecto nunca se convirtió en Ley, pero sirve al menos para dar una idea de cómo aquí también hay contrastes ideológicos fundamentales.