lunes, junio 05, 2006

Las cabriolas del sino

Estaba leyendo los posts que deje escritos en este mismo blog hace ya mas de un annio, cuando desde Baltimore esperaba una respuesta de Leiden con respecto a mi futuro academico. Es curioso leerme a mi mismo cargado de angustia por la espera; mas curioso aun leerme ahora, desde la otra orilla del destino, cuando los acontecimientos me han traido finalmente a Leiden, en circunstancias un poco distintas a las originalmente planeadas. A Michiel lo llamaba en ese entonces el Dr. H. Ahora es mi supervisor, y el proximo lunes tendremos una reunion para conversar acerca de los avances de mi proyecto. Muchas cosas han sucedio den el ultimo anio. Como siempre, me sorprende ver como el destino (por favor no malinterpreten la concepcion que yo tengo de tan profundo termino) juega con la vida de la gente y la pone en situaciones inesperadas.

Acabo de enterarme de que una de mis amigas de Arizona, BiQing, finalmente cumplio su suenio de irse a estudiar en Austin, TX. Me alegro por ella. Recuerdo cuan importante era este asunto para esta malaya de nacimiento con quien jugue minigolf por primera vez en mi vida.

A ocho mil kilometros de distancia, cruzando medio continente americano y la totalidad del Atlantico, yo me preparo para varias cosas. Me preparo para mis examenes de las semanas que vienen (por favor no dejen que se me olvide la definicion de Very Long Baseline Interferometry). Tambien me preparo para ir a Ginebra, a final de mes, para una conferencia que me llego por sorpresa. Alla, en el corazon de Europa, me reencontrare con el amigo Camilo Carrillo, que lleva adelante una pasantia en el CERN. El me ha hablado muy bien de la ciudad. Por supuesto me entusiasma la idea de ir a Suiza. La motivacion de mis dias han sido siempre los viajes, y esta es una oportunidad de hacer uno mas. Luego viene el mes de Julio, que pasare en Alemania e Italia. En Berlin vere a Nico, mi primo, quie me aseguro que cocinara una deliciosa pasta pomodoro. Veremos si es cierto.

Los dias pasan, y pronto todos los amigos que hice en estos cuatro meses regresaran a sus paises de origen. Sera un nuevo semestre, con nueva gente, con Rafael todavia en Leiden, la bella Leiden.

sábado, junio 03, 2006

Sintonizando de nuevo desde mas lejos... Feliz Cumpleaños Daniel

Hace frío en Leiden. A la versión nórdica de la deidad Eólica le debe importar cinco que ya estemos a comienzos de Junio. Aqui las bajas temperaturas y los vientos helados siguen tan a la orden del día como lo estaban cuando llegué a este corregmiento, cuatro meses hace ya de eso. ¿Qué hacer en estos casos? Bueno, pues no hay más remedio que asumir una actitud de resignación y encarar la realidad del tiempo atmosférico en los Países Bajos. No es tan difícil, al fin y al cabo nací y crecí en las cumbres andinas de la Bogotá lejana, y aun llevo impregnado en el carácter los efectos de las heleadas sabaneras que en las madrugadas del Valle de los Alcázares echan a perder los cultivos de algunos buenos campesinos.

¿Me atreveré a negar que extraño las cálidas aguas de la Tierra Caliente y los mosquitos amigables que me chupaban la sangre en pueblos tan diversos como Giraradot, San Martin, Armenia o Dibuya frente al Mar Caribe? No. No lo niego. Extraño el calorcito de la cuenca del Magdalena. Pero en cambio he recibido esta nueva vida en la ciudad natal del señor Rembrandt, y al fin y al cabo la periodicidad con que iba yo al monte en Colombia es la misma con la que aquí hacen días soleados, un poco más caniculares. Así que pensándolo bien, en términos climáticos quedo como en Bogotá. ¡Ojo! Eso es cierto para ésta época del año, no para el invierno inclemente.

En fin, quiero aprovechar la reinauguracion de este mi blog (como diría Juanita) para enviarle un afectuoso saludo de cumpleaños a mi querido Daniel Camilo, que hoy alcanza sus 25 primaveras con mucha gloria y más bien esporádica pena, según creo. Le rindo un homenaje a ese amigo del colegio que me ha hecho reir tanto y que me ha dado pruebas de una amistad incorruptible. Daniel, el de la nobleza infinita, el de la despreocupación sin límites, el de la cámara y la batería es mi mejor amigo, mi sabandija preferida, y eso me hace feliz. Espero que tenga una agradable celebración de su primer cuarto de siglo, y que departa con sus allegados hasta las horas mas tempranas de mañana 4 de junio.

A los que se aventuran a reanudar la regular lectura de este blog, y a los poco probables nuevos lectores, les prometo una actividad medianamente regular, con posts cada cierto tiempo, al menos durante los meses del verano que se aproximan. Y a los que nunca jamás lean este espacio de letras bogotanas, mi más sincera congratulación.