miércoles, marzo 30, 2005

Lacrosse

El lacrosse es un deporte inventado por los indios nativos del este de Norteamérica (los indios Mohawk, por ejemplo, lo jugaban). Si quieren hacerse una idea de cómo se juega, imaginen el hockey, pero no el de hielo, sino el que se juega al aire libre, sobre grama sintética. En el lacrosse los jugadores también están ataviados con toda suerte de protecciones para las partes más vulnerables de su cuerpo. A diferencia de los jugadores de hockey, éstos muchachos no llevan un palo. Bueno, llevan uno, pero éste termina en una pequeña red blanca con la que pueden atrapar la bola (se parece a una red para cazar mariposas amarillas). Con estos artefactos se pasan de uno a otro una pequeña y pesada pelota blanca con la que deben hacerle goles al otro equipo.

Hopkins tiene el mejor equipo de Lacrosse de la nación, los Blue Jays. Tomaron su nombre de un bonito pájaro azul que se la pasa silvando en los árboles en la primavera de Baltimore. Decir lacrosse entre los estudiantes de Hopkins es como decir tejo entre los dignos señores que trabajan en la construcción, allá en la tierrita. El fin de semana fui a un juego de los Blue Jays contra la Universidad de Virginia, en el Homewood Stadium de Hopkins. Resulta que Virginia es el segundo mejor equipo del país, así que imaginen la magnitud del evento: estadio a reventar,reventa de boletas, "Hulligans" criollos, y una que otra peleita, al mejor estilo de El Campín.

Lo disfruté. Es un juego muy rápido y cargado de las mismas emociones que el añorado fútbol (a propósito, ganará Colombia mañana?): goles, golpes en el palo, faltas violentas, entre otras. El resultado, reconfortante: Hopkins:9, Virginia:7. Júbilo total en las tribunas, abucheos para los jugadores del sur y tumulto pa' salir del estadio.

Luego del juego, el turno de hacer deporte fue para nosotros. Nos echamos un partidito de Ultimate detrás de Space Telescope y yo aproveché, cómo no, para hacer nuevos amigos. El partido fue: blancos contra resto del mundo. Yo, por supuesto, entraba en la categoría de latino, de manera que fui parte del resto del mundo. Nos aplastaron de manera humillante, pero me quedó la satisfacción de anotar un par de goals.

El viernes, unas cortas obras de teatro en el campus, el domingo, películas francesas en casa de Inga y comida italiana. Aún sin respuesta de Leiden.

A continuación, la fotico del juego: los azules son los nuestros, por supuesto:

viernes, marzo 25, 2005

Miserables Piratas

Acabo de percatarme de que mi versión electrónica de Les Miserables ha sido miserablemente mal copiada por unos miserables piratas virtuales, de tal suerte que la versión está incompleta. ¡Miserables! ¡Miserables incompletos!

Eso me pasa por confiar en versiones gratis bajadas de la red. Habría hecho mejor comprándome el libro de papel, que además de estar completico, conserva para el lector el ortodoxo placer que produce sentarse en un cómodo sillón y leer una buena version impresa. Eso me pasa por ser calabaza.

Lo peor es que ya llevaba leída la mitad de la obra y ahora me doy cuenta de que me he perdido esos pequeños capítulos que Victor Hugo solía escribir con el único propósito de darle a la historia esa característica única de realidad que sólo alguien que conociera París como la conoció Hugo podía darle darle. Eso me irrita demasiado; nada peor que perderse los detalles que verdaderamente enriquecen el transcurrir de los acontecimientos importantes. En fin...

Pues si, tuve la entrevista con el Dr. H. ¿Qué decir al respecto? Bueno, pues fue una charla amena en la que gradualmente fui perdiendo los nervios hasta que terminé hablándole con completa sinceridad al Dr. H y a su misterioso compañero, cuyo nombre nunca pude entender. Preguntaron de todo un poquito, y yo también les pregunté alguito: Que cómo es la vida en Leiden, que cúanto cuesta la vida, que de qué se trata el proyecto, que esto, que lo otro. En fin, ahora el hombre entrevistará a otros cuantos y tomará una decisión. Ya veremos.

Hoy vi Million Dollar Baby. Creo que me abstendré de emitir una opinión al respecto. Gracias a Daniel Camilo por dedicarme un día de su diario.

sábado, marzo 19, 2005

Hogerheijde

¿Cómo se supone que se pronuncia este nombre holandés? Mel, cuya lengua materna es el inglés, cree que los holandeses hablan de atrás para adelante: cangrejos de la oratoria. Desde su oficina lejana, muy cerca del viejo edificio original de Sterrewacht Leiden, el Dr. H (léase Michiel Hogerheijde) me ha escrito un correo para invitarme a una amena entrevista telefónica. El próximo miércoles tendré el honor de saludar por primera vez a quien con cierta probabilidad puede ser mi "padre intelectual" durante los años siguientes. ¿Nervios? Por supuesto. Esa entrevista significa mucho, y no sólo en el ámbito puramente académico. De hecho, ayer sentí que esa entrevista significa casi todo para mí en este momento.

Será la primera entrevista que me hagan con propósitos académicos. David me ha aconsejado que tome al toro por los cuernos y sea yo quien regule el ritmo y el contenido de la charla trasatlántica. Yo creo que es, en efecto, una excelente idea; pero, ¿me dejarán mis nervios? Dicen que el Dr. H es muy dulce (Isabel Oliveira habló con él hace tres semanas, allá en Leiden), pero puede que de repente saque sus garras y me bombardee sin piedad con preguntas complejas y laberínticas. Yo, en mi oficina sin ventanas del Bloomberg building, puedo llegar a sentirme física e intelectualmente encerrado.

Si lo pienso con más calma, lo que acabo de expresar son los nervios corrientes que todo el mundo siente cuando van a exponerlo a esa incómoda picota que se llama una entrevista. Pero creo que lo que siento va más allá de eso. Lo que realmente me preocupa (¿o me emociona?) es lo que va a pasar después. ¿Y si el Dr. H termina por llevarme para Holanda? En ese caso, pasaré a lo sumo dos semanas en Colombia, en agosto próximo, tratando de prepararme para irme otra vez, esta vez por cuatro años, lejos de los que quiero. Eso es difícil de asimilar, tanto más cuanto que muy a menudo siento ganas infinitas de hacer las cosas cotidianas que hacía en Bogotá, con mi familia, con mis amigos, y quedarme en ese mundo bonito, en el Valle de los Alcázares.

Pero, ¿Y si el Dr. H me rechaza? Bueno, en ese caso regresaré a Bogotá y pasaré allá varios meses, mientras aplico de nuevo para mi grad school, en alguna universidad de este país. Siento que unos meses en Bogotá serían perfectos, pero también siento que serían meses improductivos, sin contar con que mi ego se vería afectado si no me aceptan en Leiden (bueno, no mucho, sé que no es fácil).

En resumen, ahora mismo no sé qué será de mi en el futuro próximo y, lo que es peor, no sé cuál de los posibles destinos sea el que me guste más. En estas circunstancias, emocionantes e incómodas a la vez, no me queda más que preguntar: ¿Y ahora, quién podrá defenderme...?

A propósito, aquí está el Dr. H:

martes, marzo 15, 2005

Chile, Chile Chile

Un sábado bastante solitario, en la que me la pasé leyendo algunos blogs de algunos desconocidos, que ahora me son un poco conocidos, por supuesto.

Gerardo tuvo su fiesta de cumpleaños, a la que por supuesto asistí, no sin antes jugar un extraño juego de mesa holandés en casa de Jesús Maiz, quien fue muy hospitalario. Al pobre español no lo quieren mucho en el Instituto (al menos la comunidad latina). Pero bueno, lo dejamos ganar, para que no se sintiera mal. Lo dejamos ganar porque estábamos en su casa. Pero tuve el honor de ser el segundo.

La he pasado bien en casa de Gerardo. Conocí a una pareja muy entretenida. Ella es argentina, de Buenos Aires, él es mexicano, del D.F. y ha estado en Colombia varias veces porque trabaja para el Banco Interamericano de Desarrollo. Tienen una preciosa hija de nueve mese que se llama Manuela, cuyos ojos verdes son lo más tierno que he visto acá, en Charm City. Luego, pintamos huevitos, así como les gusta a los gringos pintar los huevitos de Pascua. Pusimos toda clase de adornos, colores y arabescos en estos huevos blancos que ya deben estar en las barigas de cada artista. Algunos quedaron bonitos, como el que pinté con Claudia, la chilena. Creo ella y yo hemos hecho una buena amistad. Creo que tanto ella como su esposo Felipe me han tomado algo de aprecio (y yo a ellos).

Lo de Chile está decidido. Noticias favorables me han llegado de Bogotá con respecto a lo de la matrícula y lo de la tesis. De manera que dentro de un mes estaré en La Silla, haciendo observaciones profesionales por primera vez en mi vida. Estoy muy curioso acerca de Santiago. Todo esto me ha causado un sentimiento agridulce, pues ir a Chile implica no ir a Colombia, y eso da guayabo, por supuesto. Más guayabo me dio cuando me llamó mi hermano, hoy en la tarde. Me hace falta el muchacho ese.

Andrew me dice que la cocina está libre, hora de ir a cocinar.

sábado, marzo 12, 2005

Y la primavera no empieza...

Una nueva noche de juegos, ayer. Creo que el alemán comienza a tomarme algo más de confianza. Se llama Thomas, nació en Polonia y odia este país. Lo siento por el, porque su novia, la Nicole, es más gringa que Mickey Mouse y no piensa irse nunca de aquí. Mientras tanto yo sigo esperando que llegue alguien con quién pasar un buen rato. A veces los fines de semana se hacen un poco largos. Ya he dicho que la gente aquí no sale a la calle. Es un poco aburrido.

Lo de Chile me entusiasma, pero aún no sé si iré. El viejo Ron Allen ya ha firmado el papel, sólo tengo que dárselo a la gente de viajes, pero esperaré hasta el lunes, cuando tenga noticias de la U. ¿Y mientras tanto qué? El cumpleaños de Gerardo es mañana. Espero pasar un buen momento allí, pero de nuevo seré el único sin pareja. ¡Carajo! Es un poco aburrido a veces. Creo que por lo pronto la única compañia segura con la que cuento es la de Jean Valjean, allá en el París de las revoluciones.

Aún sin respuesta de Leiden, no sé que será de mí en unos meses...

sábado, marzo 05, 2005

Nuevos Amigos

Ayer conocí a los amigos de la novia de Andrew. Para quienes no lo saben, Andrew es mi roommate. Me parecieron "good fellas". Tuvimos una comida y vimos una película. Ya era hora de conocer a alguien que hiciera algo distinto a la astronomía. Unos estudian informática, otros diseño, otros enfermería. Uno de ellos hace parte de la fraternidad Beta-Phi-Theta. Ya hablaré en otra ocasión de estas fraternidades que pululan inquietas en las universidades gringas.

Inga y David se marchan por dos semanas a California con sus respectivas familias para una conferencia. De manera que tendré un tiempito de relativa libertad, sin jefe, aunque también sin apoyo de primera mano. Veremos.

viernes, marzo 04, 2005

Problemas Técnicos

Todavía familiarizándome con esto del blog. Acabo de tenr un problema técnico, pero de nuevo María E fue mi salvación. Gracias otra vez, María E.

jueves, marzo 03, 2005



Aquí estoy hace unos días en la nievecita. Ésta foto la he puesto para probar el blog. Acabo de crearlo, con la ayuda de María E. (Gracias María E).