jueves, agosto 24, 2006

De Pluton y otros demonios

En las últimas semanas muchos de mis amigos me han preguntado por mail o por msn acerca de qué es lo que está sucediendo con Plutón y con el debate sobre si se considera o no a este pequeñuelo como un planeta del sistema solar. Pues bien, hace un par de horas la Unión Astronómica Internacional decidió en Praga que no; de acuerdo con ésta resolución Plutón no será considerado un planeta de ahora en adelante. Permítanme tratar de explicar qué es lo que ha sucedido, y el porqué de esta discusión.

El sistema solar, con o sin Plutón, esta compuesto por muchos más objetos de los que nos enseñan en el colegio. Si mal no recuerdo, la definición que nos dan en la aulas de la primaria es que el sistema solar se compone de el Sol, los nueve planetas y sus respectivos satélites, un cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, y algunos cometas.

Si bien esta era una visión correcta hasta hoy, estaba bastante incompleta. Más allá de Neptuno y Plutón se extiende otro cinturón, con miles de cuerpos helados con tamaños que van desde unos cuantos metros hasta aproximadamente el tamaño de Plutón, siendo los más grandes probablemente mucho más escasos. Estos cuerpos, llamados transneptunianos, orbitan a distancias que van desde 30 veces la distancia entre el Sol y la Tierra, hasta 50 veces esa distancia. Este grupo de objetos se denomina el cinturón de Kuiper, en honor de un astrónomo holandés quien fue uno de los primeros en sugerir su estancia. Cuerpos descubiertos recientemente, entre ellos uno que ha sido llamado por algunos ¨el décimo planeta¨ son miembros de este cinturón.

Y allí no acaba la cosa. Aún más lejos, a una distancia aproximada de 70000 veces la distancia entre la Tierra y el Sol se extiende la nube de Oort, también llamada en honor de un astrónomo holandes, Jan Hendrick Oort, quien trabajó aquí, en este Observatorio de Leiden. La nube de Oort está compuesta de objetos mucho más pequeños y se piensa que es la fuente que produce los cometas de nuestro sistema solar.

Así que, como ven, el sistema solar es bastante grande y complejo. De allí el debate acerca de Plutón. ¿Es Plutón un planeta como sus otros ocho ex-compañeros, o es más bien uno de los más prominentes miembros del cinturón de Kuiper, junto con 2003 UB313, el llamado décimo planeta? Durante los debates, un grupo de astrónomos sugirió que Plutón debería seguir considerándose un planeta, y que además debería incluirse en esta categoría a Ceres (en el cinturón de asteriodes), 2003 UB313 y Caronte, la luna de Plutón. Otro grupo de astrónomos creía que el simple hecho de ser redondos no les daba a estos cuerpos el título de planetas, y que para ser considerados como tales, tenían que ser capaces de ¨limpiar¨ con su gravedad el espacio a su alrededor. Finalmente ésta última opinión se impuso.

Finalmente, algunos de ustedes se preguntarán, ¿entonces por qué no dejaron a Plutón por fuera del grupo de planetas desde el principio? La respuesta a esta pregunta es simple: cuando Plutón fue descubierto en 1930, no sospechábamos de la existencia del cinturón de Kuiper, y los telescopios de la época no eran capaces de detectar estos pequeños objetos. Así que todo el mundo estuvo de acuerdo en que Plutón fuera llamado el noveno planeta.

Me parece que la decisión final fue la correcta, porque de haberse mantenido la definición anterior, a medida que fuéramos descubriendo objetos transneptunianos de tamaño considerable, el número de planetas terminaría elevándose a cientos, o icluso miles.

Espero que este corto texto haya sido de utilidad para los curiosos.

P.S. Anda circulando en internet un texto según el cual a fines de este mes, Marte se va a ver tan grande como la luna llena. Por favor no crean tal falacia. Es normal que, por el movimiento orbital de los dos planetas, Marte se acerque a la Tierra con cierta periodicidad. Pero de ahí a que se vea del tamaño de la luna llena hay mucho trecho.

1 comentario:

Meli dijo...

MUCHAS GRACIAS! Hace tiempo, cuando alguien muy querido me hablaba con tanta emoción del espacio,sentia que aunque hermoso, no era esa mi realidad, más terrenal, preocupada por la cultura, la persona, lo humano... pero hace poco estuve leyendo el libro de Carl Sagan, disfrutando de esas hermosas imágenes, y recordando lo que sentia al ver cada episodio de la serie, aunque era muy pequeña, y no comprendia mucho. Ahora encuentro frente al cosmos unas sensaciones complejas, alivio al saber que somos unas microscópicas moronas espaciales... demasiado jóvenes... asombro, y tanto! de pensar que nosotros, esas moronas, podamos "tratar de imaginar" un cosmos tan grande (aunque en realidad el ejercicio se dificulta bastante, qué egoantropocentrismo!). Gracias por informa, con argumentos y sencillamente.