No se hasta que punto sean compatibles una piscina comunal en el caluroso Baltimore del verano y los bullliciosos vallenatos de Carlos Vives. Lo cierto es que de alguna manera he logrado combinarlos y escribo estas lineas bajo el influjo embriagador de la musica vallenata mientras un par de senioritas norteamericanas se zambullen en la refrescante y clorificada piscina que tengo en frente. Relajante, perfecto plan para rematar esta estedia de seis (largos? cortos?) meses en la que han dado en llamar Charm City.
Ha sido interesante desde todos los puntos de vista. En los ultimos seis meses han sucedido muchas cosas y tantos otros acontecimientos han hecho que de alguna u otra forma cambie mi percepcion sobre algunos asuntos en particular. He de decir, y me perdonan si eso suena a cliche, que el Juan Rafael que se bajo del avion en medio de una noche gelida de mediados de enero en el languido Baltimore-Washington International Airport no es el mismo que ahora se apresta a dejar la ciudad donde murio E.A. Poe rumbo a Mexico.
Luego de una pausea para comer, me pregunto: Por que existimos?