Quiero ofrecer las mas humildes disculpas por la prolongada ausencia que me he permitido durante las ultimas semanas. Han sido dias ocupados, con multiples tareas y muchas cosas para pensar y cuando tengo el tiempo, me falta la voluntad de sentarme un rato a escribir. De manera que todo es culpa del trabajo, con una responsabilidad menor que le cabe a la pereza.
Como una rafaga de calor y humedad insoportable, el verano se ha instalado una vez mas en la Bahia de Chesapeake. De nuevo huele a aire mojado y frutas maduras. Se ha ido el colorido de las flores primaverales para dar paso al verde inmarcesible de los meses calientes. De regereso a la ropa ligera y al aire acondicionado, y por supuesto, a la racion extra de Tang en la alacena. Las senioritas vienen y van con sus faldas cortas y sus topcitos atrevidos mientras yo sigo dedicado a la Astronomia embebido en el aire artificial del Bloomberg Building. Este es el Baltimore que vi por primera vez cuando pise originalmente estas tierras, hace ya mas de un anio.
Nueva York, Ocean City, de nuevo viajar se ha convertido an euna excelente valvula de escape. Habra que hablar de eso luego, por escrito o en persona, porque ahora mis obligaciones de anfitrion (Bonnie me visita desde Pittsburg) me llaman con insistencia.