El lacrosse es un deporte inventado por los indios nativos del este de Norteamérica (los indios Mohawk, por ejemplo, lo jugaban). Si quieren hacerse una idea de cómo se juega, imaginen el hockey, pero no el de hielo, sino el que se juega al aire libre, sobre grama sintética. En el lacrosse los jugadores también están ataviados con toda suerte de protecciones para las partes más vulnerables de su cuerpo. A diferencia de los jugadores de hockey, éstos muchachos no llevan un palo. Bueno, llevan uno, pero éste termina en una pequeña red blanca con la que pueden atrapar la bola (se parece a una red para cazar mariposas amarillas). Con estos artefactos se pasan de uno a otro una pequeña y pesada pelota blanca con la que deben hacerle goles al otro equipo.
Hopkins tiene el mejor equipo de Lacrosse de la nación, los Blue Jays. Tomaron su nombre de un bonito pájaro azul que se la pasa silvando en los árboles en la primavera de Baltimore. Decir lacrosse entre los estudiantes de Hopkins es como decir tejo entre los dignos señores que trabajan en la construcción, allá en la tierrita. El fin de semana fui a un juego de los Blue Jays contra la Universidad de Virginia, en el Homewood Stadium de Hopkins. Resulta que Virginia es el segundo mejor equipo del país, así que imaginen la magnitud del evento: estadio a reventar,reventa de boletas, "Hulligans" criollos, y una que otra peleita, al mejor estilo de El Campín.
Lo disfruté. Es un juego muy rápido y cargado de las mismas emociones que el añorado fútbol (a propósito, ganará Colombia mañana?): goles, golpes en el palo, faltas violentas, entre otras. El resultado, reconfortante: Hopkins:9, Virginia:7. Júbilo total en las tribunas, abucheos para los jugadores del sur y tumulto pa' salir del estadio.
Luego del juego, el turno de hacer deporte fue para nosotros. Nos echamos un partidito de Ultimate detrás de Space Telescope y yo aproveché, cómo no, para hacer nuevos amigos. El partido fue: blancos contra resto del mundo. Yo, por supuesto, entraba en la categoría de latino, de manera que fui parte del resto del mundo. Nos aplastaron de manera humillante, pero me quedó la satisfacción de anotar un par de goals.
El viernes, unas cortas obras de teatro en el campus, el domingo, películas francesas en casa de Inga y comida italiana. Aún sin respuesta de Leiden.
A continuación, la fotico del juego: los azules son los nuestros, por supuesto:
1 comentario:
¿Cuales son los azules?
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