Sobre este artículo:
http://www.semana.com/opinion/articulo/cualquiera-no-es-doctor-opinion-de-margarita-orozco/404499-3
pienso lo siguiente:
Entiendo el mensaje que quiere dar este artículo, y lo respeto. Me permito, de todas maneras, dar mi opinión al respecto. Desde mi pedestal "de quien ha alcanzado la más alta formación" soy absolutamente sincero: creo que los doctores (los que en este artículo llaman los doctores de verdad) nos hemos preocupado ya demasiado por enfatizar que somos doctores y los otros no, sin que eso haya ayudado ni al avance de la ciencia, ni a la reducción de las desigualdades en Colombia. A lo único que ayuda eso es a exaltar el ego de quien se ufana de haber alcanzado honores académicos que otros, por diversas razones (a veces fuera de su propio control), no han alcanzado. Es ese ego pernicioso el que forma Doctores Cuero, u otros engendros del carnaval académico que poco tienen de científicos y de personas, aunque mucho tengan de doctores. Yo me siento cómodo prescindiendo del título de doctor (lo uso sólo si me sirve para transmitir el entusiasmo que compartimos por la ciencia), y me preocupa poco que lo usen abogados o ingenieros, o incluso ciudadanos de a pie que usen corbata y tengan bajo su égida a cualquier tipo de subalternos. Creo que más ayudamos los doctores si nos bajamos del pedestal de los importantes y nos sentimos como personas normales, que hacen un trabajo normal, con el que tal vez puedan ayudar de alguna manera a que las distinciones de cualquier tipo sean cada vez menos importantes en el mundo de los honores. Sé que muchos más doctores, incluida tal vez a autora del escrito, estarán de acuerdo de alguna manera.
1 comentario:
"No adulen falsos doctores, adúlenme a mí".
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